Definición.
Es una infección aguda muy contagiosa que produce una bacteria llamada Corynebacterium diphtheriae y las toxinas que produce.
Afecta a las vías respiratorias altas, garganta y nariz, provocando una mucosa de un color blancogrisáceo que provoca dificultades respiratorias al acumularse.
Esto va acompañado de fiebre y dolor en diferentes partes del aparato respiratorio.
En casos graves también puede producir miocarditis (inflamación del músculo cardiaco), daños en el sistema nervioso y en los peores casos, la muerte.
Causa
Al tratarse de una bacteria, la difteria se puede contraer de las gotitas respiratorias que expulsa una persona contagiada mediante la tos, los estornudos o cuando habla.
También se puede contraer al entrar en contacto un objeto en el que se encuentre la bacteria, como un vaso usado o un recipiente del que haya comido, u objetos de uso personal como una toalla o sábanas.
Vivir en condiciones insalubres, mantener una mala higiene y especialmente, no haber recibido la vacuna correspondiente, también son indicadores de alto riesgo para contraer la difteria.
Síntomas:
Los síntomas de la difteria se dan entre de uno a siete días después de que la bacteria entre en el cuerpo y puede provocar:
- Dolor de garganta, con los ganglios inflamados. Puede provocar dolor al tragar alimentos (odinofagia).
- Sensación de debilidad.
- La piel puede mostrar lesiones cutáneas, un color azulado o úlceras.
- Secreción nasal con sangre.
- Dificultad respiratoria, ronquera y tos perruna o metálica.
- Secreción abundante de saliva.
- En algunas ocasiones puede no haber síntomas aparentes. Sin embargo, la persona puede ser portadora de la enfermedad, pudiendo contagiar a otras.
Diagnóstico
Para diagnosticar difteria, se lleva a cabo un examen físico, especialmente en el interior de la boca, para detectar la mucosa, la inflamación de los ganglios o hinchazón general del cuello o laringe.
En exámenes complementarios más exhaustivos se llevan a cabo para el diagnóstico:
- Tinción de Gram: cultivo de exudado faríngeo (detección de bacterias en la garganta).
- Análisis de toxinas.
- Electrocardiograma para evaluar la posible lesión cardiaca.
Tratamiento:
La infección por la bacteria de la difteria siempre requiere el ingreso hospitalario, incluso antes de que se den los resultados definitivos del diagnóstico, a modo preventivo.
Se administra una antitoxina diftérica ya sea por inyección intramuscular o intravenosa. A continuación, se suelen recetar antibióticos (como penicilina o eritromicina) para eliminar a la bacteria.
En los casos graves se realiza además una monitorización cardiaca del paciente para ver su evolución, así como la ventilación mecánica debido a las complicaciones respiratorias que causa la difteria.
Además, se administran líquidos por vía intravenosa en caso de que la difteria haya alcanzado el corazón o los riñones.
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